Tertulia sobre Paradigma Constructivista
martes, 23 de noviembre de 2010
domingo, 14 de noviembre de 2010
INTRODUCCIÓN
Constructivismo es el término que define a una teoría del aprendizaje en que éste es entendido como una construcción del individuo sobre la base de conocimientos que ya posee y en interacción con otros individuos. Sus fundamentos teóricos fueron dados por el psicólogo suizo Jean Piaget y el ruso Lev Vigotsky. El primero planteó que el desarrollo cognitivo se divide en 4 estadios (etapas) secuenciales y universales que condicionan el aprendizaje. Éste se produciría a través de la interacción con el mundo y las demás personas y lograría asentarse en las estructuras cognitivas mediante los movimientos de asimilación y acomodación. Vigotsky en tanto aportó el concepto de “zona de desarrollo próximo”, espacio que media entre lo que el niño conoce y puede resolver por sí mismo y lo que puede hacer o conocer con la ayuda de otro (un profesor, familiar o compañero de curso más aventajado). Aparte de los dos principales precursores del constructivismo, se puede agregar el aporte de David Ausubel, quien plantea que el aprendizaje debe hacerse significativo al conjugarse y hacer sentido con los conocimientos previos, es decir, el aprendizaje como comprensión.
FUNDAMENTOS
En la evolución histórica de los paradigmas educacionales, el constructivismo viene a conciliar (y superar) dos ideas antagónicas que le preceden. Una según la cual el aprendizaje es el resultado de factores ambientales (conductismo) y otra (cognitivismo) que lo define como el resultado de procesos internos.
En términos epistemológicos el constructivismo desmiente la idea de objetividad –presupuesto fundamental del positivismo-, según la cual podía distinguirse claramente entre el sujeto observador y el objeto observado. Al contrario, según esta teoría el sujeto es partícipe de la realidad que observa, interviene en la construcción de sus significados sobre la base de conceptos previamente asimilados. De ahí se desprenden principios pedagógicos que subvierten el orden tradicional del aula. El profesor ya no es la autoridad absoluta ante alumnos pasivos, sino un mediador entre el alumno y los nuevos conocimientos. El alumno a su vez, toma un rol activo en la construcción de su conocimiento.
PRINCIPALES CORRIENTES
Se pueden distinguir cuatro corrientes principales del constructivismo (Florez Ochoa, 2005), las que explicaremos a continuación.
a) La primera corriente pone como meta el alcanzar la etapa de desarrollo intelectual inmediatamente superior, desde este punto de vista, el contenido no es lo más importante, si no el que mediante el proceso en el cual el niño iba en busca de esos contenidos fuera desarrollando la capacidad de reflexión y pensamiento. Dado el lugar central que en el constructivismo tiene la experiencia previa del alumno, se exige del profesor un rol orientador en cuanto a seleccionar las experiencias vitales que tengan validez en el contexto del aprendizaje que se desea.
b) Una segunda corriente otorga mayor protagonismo a los contenidos, buscando estimular al alumno en el descubrimiento de los fenómenos, como si fuera un pequeño científico, experimentando y analizando la información para llegar por sí solo a los conocimientos nuevos. El profesor debe estar atento para orientar el proceso por el camino adecuado, dado que esta corriente está particularmente enfocada al aprendizaje de las ciencias, las vías de llegada a las hipótesis son bastante estructuradas y el profesor debe monitorearlas mediante evaluaciones formativas.
c) Una tercera corriente busca la formación de habilidades cognitivas mediante estrategias que estimulan el pensamiento inductivo. Originalmente se planteaba que estas habilidades eran más importantes que el contenido mismo, sin embargo, con el correr del tiempo, se fue asentando una postura de acercamiento a un equilibrio entre el énfasis en contenido y el énfasis en habilidades de pensamiento.
d) Una cuarta corriente enfatiza la interacción social del niño a través del debate y la ejercitación del sentido crítico en un contexto de diálogo y comunicación que les permite resolver situaciones vivenciales y del contexto escolar.
CONCLUSIÓN
El constructivismo supone una forma de conocimiento en que aquello que se desea conocer no es sacado de su contexto, sino que es entendido como parte de su entorno y en interacción con los sujetos, en un todo que da sentido –hace significativa- la experiencia nueva para quien la incorpora en sus estructuras cognitivas.
En el ámbito específico de la enseñanza, ha supuesto un replanteamiento del ordenamiento de los factores que intervienen, en beneficio del educando y de la comprensión de sus procesos de aprendizaje, además de entregar habilidades que contribuyen a su crecimiento intelectual, todo sustentado en una fundamentación epistemológica sólida.
Ahora, si bien en cuanto estudio el constructivismo aportó visiones y políticas educacionales que renovaron la enseñanza-aprendizaje durante el siglo pasado, quedan algunas interrogantes. En primer lugar, el optimismo (excesivo por lo visto) de presuponer un sujeto intelectualmente inquieto, traspasado al aula, debiera expresarse en la voluntad del estudiante por construir su conocimiento. ¿Es siempre así? ¿Se han cumplido en nuestro país las expectativas de este optimismo de base en un paradigma que orienta el currículum nacional? Por lo demás, el desplazamiento del contenido en términos de protagonismo puede derivar (como ha ocurrido en nuestros país) en un relajo en cuanto a exigir el conocimiento de esos contenidos en tanto el educando va pasando las etapas de su vida escolar.
BIBLIOGRAFÍA
Florez Ochoa, Rafael, Pedagogía del conocimiento, Editorial Mc-Graw Hill, Bogota, 1990.
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